Salir a acampar no tiene que ser doloroso para tu espalda.
Al preparar un viaje hay muchas cosas en las que fijarse, y la mochila de viaje debe ser de las principales.
El trekking o excursionismo es una actividad física que consiste en caminar rodeado de hermosos paisajes naturales, y requiere de ciertos accesorios para poder practicarlo. Uno de estos accesorios es la mochila para trekking.
¿Por qué es importante?
La mochila que escojas puede ser determinante para poder disfrutar de tus excursiones, pues esta te permite llevar con comodidad implementos relacionados con la seguridad, nutrición y abrigo que necesitas durante el trayecto.
Una salida de vacaciones a mochilear tiene que ser algo agradable y reconfortante, pero si cargar mucho peso en la espalda te lo va a arruinar, mejor ponerle remedio antes de salir ¿no crees? Es por ello que en un adulto, no es recomendable llevar más de 1/3 de su peso corporal.
Además, una buena mochila trekking te permite evitar caídas y dolores de espaldas que pueden perjudicar tu desempeño, por lo que es importante elegir una buena mochila de viaje para ti, una que te resulte cómoda y se adapte mejor a tu espalda.
Aquí te dejamos algunas consideraciones que deberías tomar en cuenta al elegir a tu compañera de viaje, para cuidar de tu columna:
¿Qué talla de mochila es adecuada para mi?
La talla de nuestra mochila estará dada por el tamaño de nuestro torso. Para saber cuál es la medida de nuestro torso debemos considerar la vertebra C7 (la más prominente a la altura del cuello) y nuestra cresta ilíaca (hueso superior y prominente de nuestra cadera). Mide la extensión entre uno y otro punto y luego llévala a la proporción de tallas del fabricante.
¿Cuánto peso llevar y cómo disponerlo?
Es fundamental mantener un equilibrio y lograr un balance para el óptimo desempeño de la actividad física que se prolongará durante horas. Una mochila organizada y bien distribuida favorece la irrigación, la ventilación y evita puntos de dolor o fatiga muscular por presión.
Por ello es importante que la mayor cantidad de peso vaya pegado a la espalda y en la parte media alta de nuestra mochila. Lo liviano y voluminoso debería ir en la parte baja, entregando estructura a la mochila; luego agregaremos los elementos más pesados, para dejar en la parte de arriba lo que vayas a necesitar sacar más fácilmente.
¿Cómo ajustar mi mochila?
Las correas de ajuste son elementos clave, ya que permiten lograr una buena distribución del peso total de la mochila. Tenemos, por un lado, las tiras de ajuste dorsal, que sirven para adaptar la mochila a la longitud del tronco de quien la va a ocupar. Si esta regulación no está bien hecha, lo más probable es que te sobrecargues los hombros.
También están las tiras estabilizadoras superiores, que se ubican al nivel del cuello y encima de la hebilla de la hombrera y su finalidad es permitir principalmente que la mochila se quede siempre cerca de la espalda, manteniendo un centro de gravedad cómodo.
Las hombreras, en tanto, son el sostenedor y estabilizador principal de toda la carga que llevas. Estarán bien reguladas cuando sientas que la mochila no te queda como un saco que se te va cayendo.
Todo esto no serviría de mucho si tu mochila no cuenta con una buena riñonera. Esta pieza es más que fundamental, porque permite llevar el peso de la mochila a la zona de las caderas. Es imprescindible que recuerdes que idealmente el 80% peso total debe ser sostenido por las caderas y no por tu espalda u hombros. Solo de esta manera conseguirás avanzar «lento, pero más cómodo».
En cualquier caso, si surge alguna dolencia o molestia, lo mejor es acudir a un profesional.